Haber capitaneado a un club así es de lo más grande que conseguí en mi carrera. Estaba listo para dar el siguiente paso, y mudarme a Europa a los 19 años fue uno muy grande. La paciencia de la afición se agotó ante una nueva temporada sin competición europea, ante la necesidad de debilitar aún más la plantilla y ante la poca profesionalidad y seriedad de la directiva del club encabezada por el presidente Anil Murthy, que incluso se desplazó a Barcelona para negociar las ventas de los capitanes y canteranos Gayà y Carlos Soler al club catalán.